El pasado mes de abril asistí en el Istituto ellenico de Venecia a la conferencia de una arqueóloga turca (perdonadme, he olvidado el nombre), que enseñó materiales muy interesantes encontrados en Estambul y en el Bósforo en excavaciones recientes. La conferencia empezó con una fotografía impactante obtenida de Google, parecida a ésta:
De repente, al contorno de Estambul le había salido una excrecencia, que reventaba su maravilloso perfil de triángulo imperfecto. No he conseguido averiguar qué mente perversa ha concebido ese absceso ni con qué fin.
Ahora me llega el enlace a un artículo en Hurriyet sobre la “restauración” de Tekfur Sarai, que está justificando en realidad una “reconstrucción” basada en premisas poco fiables.
Para que forméis vuestro propio juicio, aquí os dejo unas fotos recientes tomadas por Marek Meško (Masaryk University, Brno).
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