La semana pasada hice una breve escapada al Museo
Arqueológico Nacional. Aunque no tenía tiempo para una visita completa, me pudo la curiosidad de conocer las nuevas instalaciones y comprobar qué piezas bizantinas habían
dejado en exposición (amén de asegurarme con mis ojos que la Dama de Elche
estaba de vuelta, cosa que no me acababa de creer).
La impresión fue muy positiva, aunque sin duda a ello
contribuyó la luz de una magnífica tarde de primavera. El MAN se ha convertido
en un marco espacioso y agradable de una colección que, si bien no está expuesta con
un recorrido marcado muy claramente, sí se ve realzada no sólo por el entorno sino también por
el uso de cartelas claras, bilingües, que en ocasiones hasta ofrecen la imagen ampliada de
de la pieza expuesta.
Ése fue el problema. La única obra con leyenda en griego que
yo vi (aunque ya digo que no hice un recorrido sistemático) fue la fíbula del
Turuñuelo (Badajoz), un pequeño medallón de oro que conserva una de las más antiguas representaciones de la
Adoración de los Magos. Como nuestro socio Jaime Vizcaíno Sánchez escribió en
2009 (La presencia bizantina en Hispania (siglos VI-VII): la documentación
arqueológica, Universidad de Murcia, p. 771), la fíbula se data de finales del
s. VI y se considera de probable origen sirio-palestino. La cartela que
acompañaba la pieza incluía una ampliación de ésta y la transcripción errónea
de la leyenda griega. No sé cuántos visitantes del MAN se darán cuenta de los
errores, pero está claro que los responsables del museo se han equivocado al
confiar la transcripción a quien no conoce la lengua suficientemente. En
realidad, en la imagen ampliada de la fíbula se lee con nitidez:
+ ΑΓΙΑ ΜΑ/ΡΙΑ ΒΟΗΘΙ / ΤΗ ΦΩΡΟΥΣΑΙ /
+ ΑΜΗΝ + (Con errores de
ortografía: lo correcto sería ΒΟΗΘΕΙ
ΤΗΙ ΦΟΡΟΥΣΑΙ)
SANTA MARÍA AYUDA A LA
PORTADORA. AMÉN.
Errores de transcripción aparte, como las traducciones que se
suelen dar del texto vienen del inglés y no del griego, nadie ha reparado en el
género femenino y en que la persona que invoca a la Virgen (y la portadora del broche) es una mujer.Esperemos que los responsables del MAN corrijan la cartela. Es una lástima que esa falta de rigor empañe la imagen tan profesional del nuevo museo.
Inmaculada Pérez Martín
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