De actualidad

  • Abierto el CfP para el I Congreso Internacional: Los Padres Capadocios y su época: tradición e innovación que se celebrará en Barcelona del 7 al 9 de noviembre de 2024 . Puedes ver toda la información en este enlace (castellano), aquest enllaç (català) o this link (English).
  • Abierto el CfP para las XX Jornadas de Bizantinística que tendrá lugar del 4 al 7 de junio de 2025 en la Universitat de València. Puedes ver toda la información en este enlace (castellano) o this other link (English).
  • Ya disponible el nº 11 (2023) de la revista académica Estudios Bizantinos. Puedes ver su contenido en este enlace.
  • Ya disponible el nº 44 (2023) del Boletín de la Sociedad Española de Bizantinística. Puedes ver su contenido en este enlace.
  • Ya tienes disponible toda la información sobre el Diploma de Experto en Bizantinística, ofertado por las Universidades de Alcalá y Complutense de Madrid, para el curso 2023-2024. Todos los detalles en este enlace.
  • Convocatoria al premio de la Sociedad Española de Bizantinística a la mejor tesis doctoral sobre Bizancio. Puedes verla en este enlace.

Comunicado de condena de la SEB a Israel

Ante la matanza indiscriminada de civiles y la destrucción sistemática del hábitat del pueblo palestino y de sus medios de vida que el Estad...

viernes, 30 de noviembre de 2012

Diego de Covarrubias y Leyva. El humanista y su biblioteca.


El pasado día 28 se inauguró en Salamanca una exposición dedicada al humanista Diego de Covarrubias, comisariada por Inmaculada Pérez y Margarita Becedas (directora de la biblioteca histórica de la Universidad de Salamanca). Con ella no sólo se quiere recordar a este personaje con motivo de su 500º cumpleaños, sino que también lo ha motivado el interés de algunos filólogos, historiadores, bibliotecarios... por estudiar su biblioteca y analizar a través de ella tanto su aportación a diferentes disciplinas (como el derecho o la teología) como su interés en la adquisición y transmisión de textos griegos y latinos para su estudio y uso. Las conclusiones de este trabajo, en el que han participado varios socios de nuestra asociación, se presentan al público en general a través de dicha exposición, con piezas seleccionadas de lo que se conserva de su biblioteca en Salamanca, y con la publicación del estudio Diego de Covarrubias y Leyva. El humanista y sus libros, que inaugura la nueva sección de novedades editoriales.

La exposición se puede visitar hasta el próximo 27 de enero en el Espacio de Cultura Científica de la Hospedería del Colegio Fonseca de la Universidad de Salamanca.


Aquí tenéis también la noticia en algunos medios digitales:

- Biblioteca Histórica de la Universidad de Salamanca.
- Sala de prensa de la Universidad de Salamanca (galería fotográfica)
- Radio Universidad (donde se puede escuchar la entrevista que les hicieron a Inmaculada y a Margarita)
- El Adelanto.
- La Gaceta de Salamanca.
- Salamana24horas.
- Tribuna de Salamanca.

Y algunas fotos:




miércoles, 14 de noviembre de 2012

Prosopografías del Imperio bizantino

Por Juan Signes Codoñer.


Agente de la historia, autor o lector de los textos y objeto arqueológico, el hombre bizantino es el punto de partida inevitable para cualquier investigación sobre Bizancio. De ahí que en los últimas décadas no hayan faltado proyectos prosopográficos destinados a facilitar un repertorio más o menos exhaustivo de todos los protagonistas conocidos del largo milenio bizantino. La inmensidad de la tarea emprendida,
hace que sean varios los proyectos que han abordado esta labor de inventarización, cada uno de ellos centrándose en un periodo histórico, algo que no deja de ser tampoco lógico por los profundos cambios que ha experimentado el imperio desde sus orígenes en época romana hasta su desaparición por la conquista turca. Dejando aparte prosopografías regionales o sectoriales, podemos destacar las siguientes publicaciones prosopográficas:

  • The prosopography of the Later Roman Empire, editada por Jones A.H.M., Martindale J.R. y Morris J., Cambridge University Press, en 3 volúmenes: vol.1: 260-395 (1971); vol. 2: 395-527 (1980); vol. 3: 527-641 (1992).
  • Prosopography of Byzantine Empire I: (641-867), editada por Martindale J.R., Aldershot, Ashgate (en versión CD y online).
  • Prosopographie der mittelbyzantinischen Zeit, Erste Abteilung 641-876, editada por Lilie R.J., Berlin, De Gruyter 1998-2002, en 7 volúmenes (en este <enlace> se facilitan los primeros 400 caracteres de cada entrada).
  • Prosopographie der mittelbyzantinischen Zeit, Zweite Abteilung 867-1025, editada por Lilie R.J. et alii, Berlín, De Gruyter - se prevé que el primer volumen de prolegomena aparezca en 2009.
  • Prosopographisches Lexikon der Palaliologenzeit (1261-1453),  editado por Trapp E., Viena Österreichische Akademie der Wissenschaften 1976-1995, 15 volúmenes (nueva versión en CD de 2001)

viernes, 9 de noviembre de 2012

La irradiación de la cultura bizantina

Por Juan Signes Codoñer.

Para entender qué es Bizancio no hace falta tan sólo explorar lo que significa su literatura, su administración, su religión, sino comprender la irradiación de lo bizantino hacia ámbitos geográficos y culturales muy lejanos. La penetración de la cultura bizantina en estas áreas es la que garantizó la supervivencia del imperio durante siglos, pues éste fue considerado modelo cultural por muchos pueblos e incluso en momentos de gran decadencia política y económica, sobre todo a partir del siglo XIV, en la fase final del imperio, pudo ser capaz de generar una nueva cultura, que transplantada al ámhito italiano contribuyó en no escasa medida a crear el germen del Renacimiento y la Europa moderna.
Los ámbitos geográficos y culturales que fueron permeados por la cultura bizantina han sido objeto de estudio, más o menos pormenorizado, por las correspondientes disciplinas, que han tratado siempre de tener en consideración el origen bizantino de muchas de sus claves identitarias. Pero falta una panorámica general, todavía por escribir del “Bizancio más allá de Bizancio”, que constituye uno de los principales desiderata de nuestra disciplina y un proyecto que sin duda contribuiría decisivamente a afianzar nuestros estudios. En efecto, en la medida en que Bizancio pudiera ser confirmado como punto de convergencia de muchas culturas y civilizaciones, su presencia académica estaría más que notablemente reforzada. Y ello ayudaría a proyectar la imagen de Bizancio más allá del oscuro y reducido reducto balcánico y microasiático en el que incluso muchos especialistas lo confinan, hacia fronteras y espacios muchos más amplios. Ello ampliaría las perspectivas de estudio y comprensión entre muchas culturas que hoy por hoy se consideran ajenas y que sin embargo comparten vínculos comunes.
A continuación señalamos algunos ámbitos de irradiación de lo bizantino en lo que no es sino un simple esbozo de esquema, con la idea de ofrecer ideas y sugerencias a los socios y animar un debate multicultural que creemos puede ser fructífero. No hace falta decir que las sugerencias y lecturas que se hacen son más fruto de elecciones arbitrarias que de una reflexión sistemática sobre el particular. Pero esperamos que puedan ser útiles y sugerentes. 

Obras de referencia

Por Juan Signes Codoñer.


La era de internet y de la wikipedia ha facilitado el acceso a la información a través de la red y ha dado un estímulo considerable a los estudios bizantinos, pero ha tenido también algunos efectos colaterales, como puede ser el hecho de que no se publican ya ambiciosas obras editoriales de referencia en el campo de los estudios bizantinos con la excepción de la poderosas compañías editoriales anglosajonas que tienen garantizadas un público universal más allá de sus propios países. E incluso en estos casos, los costes editoriales no pueden ser tan altos como antaño porque el número de potenciales compradores es mucho menor. Esto tiene una serie repercusión, no en el nivel de las contribuciones, pero sí en la cantidad de la información facilitada y, sobre todo, en la novedades esperables resultado de una dedicación intensa y continuada a un proyecto que ya no es tan rentable. Una prueba de ello es el excelente nuevo manual de Bizantinística editado por Elizabeth Jeffreys, John Haldon y Robin Cormack, The Oxford Handbook of Byzantine Studies, Oxford 2008, con más de mil páginas y numerosas contribuciones de los más variados especialistas: en ellas se da un estado de la cuestión original de cada uno de los aspectos tratados, pero de manera sucinta y genérica y con escasa bibliografía: la exhaustividad ya no es norma de publicación y se pretende sólo un estado de la cuestión. En realidad este tipo de libros, con una aproximación menos cronológica y evenemencial a la cultura bizantina, parecen estar más de moda últimamente frente a las tradicionales historias políticas, tal como comentamos en el apartado correspondiente a "Algunos manuales de referencia para la historia bizantina".
Es por eso que no se han publicado en los últimos años repertorios bibliográficos sobre Bizancio, como alguno de los que se hicieron en el siglo XX. Quizás uno de los últimos en publicarse sea el de Antonio Bravo, Juan Signes Codoñer y Esteban Rubio Gómez, El imperio bizantino, Historia y civilización, Coordenadas bibliográficas, Madrid, Ediciones Clásicas 1997, donde se encontrará puntual reseña de muchos de los repertorios anteriores. Esta obra, donde se comentaban algunos títulos releventes por diferentes campos de investigación, ha quedado rápidamente superada en breve espacio de tiempo ante la irrupción de internet, pero tiene algo de validez por el juicio crítico que aporta a las lecturas y las selecciones propuestas, algo que es difícil de encontrar en internet y menos aún en publicaciones impresas, que, por su rápido desfase en cuanto a novedades editoriales, no resultan ya interesantes para las casas editoriales.
Una de las publicaciones sin duda más útiles hoy, aparecida justamente en vísperas del estallido de internet y concebida todavía como un trabajo colectivo minucioso y exhaustivo, es el Oxford Dictionary of Byzantium en tres volúmenes coordinado por A.P. Kazhdan y publicado en Oxford 1991: es la obra de referencia indispensable para el acercamiento a personas, sucesos e incluso conceptos y términos de la historia bizantina, en el que cada lema, por breve que sea, implica casi siempre una actualización de la información previa hasta entonces disponible y un punto de referencia inevitable.

Hacia una historia de la literatura bizantina

Por Juan Signes Codoñer. 

Karl Krumbacher

La primera historia de la literatura bizantina fue la publicada en Múnich en 1891 por Karl Krumbacher en el Handbuch der klassischen Altertumswissenchaft IX.1, lo que indicaba la dependencia de la naciente Bizantinística de la que por aquel entonces se consideraba su hermana mayor, la Filología Clásica. Se tituló Geschichte der byzantinischen Literatur von Justinian bis zum Ende des oströmischen Reiches (527-1453) y vio pronto una segunda edición en Múnich 1897 que contó con la ayuda de Albert Erhard (para el apartado de la literatura religiosa) y Heinrich Gelzer (con una panorámica de la historia de Bizancio que empezaba no con Justiniano, sino con la muerte de Teodosio I en 395). La obra era un vasto proyecto en el que por primera vez se pasaba reseña exhaustiva a toda la producción escrita bizantina conocida hasta la fecha con un conocimiento detallado y no sin juicio crítico. Agrupaba el análisis por géneros literarios y niveles: prosa y verso cultos primero y literatura vernacular después. Fue traducida ya en 1900 al griego moderno y recientemente reimpresa en Nueva York, Franklin 1958 (la University of Notre Dame tiene disponible una traducción al inglés en el siguiente <enlace>). Es sin duda un libro fundacional de la disciplina de la Bizantinística, lleno de información y detalles sobre los que trabajarían numerosos investigadores en las décadas siguientes.


Hans-Georg Beck

El progreso de la disciplina y la proliferación de estudios y nuevas ediciones sobre los textos de la milenaria cultura bizantina (con un volumen que superaba el legado clásico) hizo necesaria una actualización, que inevitablemente devino obra colectiva. El primer paso lo dio el profesor Hans-Georg Beck, que en 1959 publicó en Múnich su Kirche und theologische Literatur im byzantinischen Reich, también en el marco del Handbuch der Altertumswissenschaft XII.2.1. Desgajaba así la literatura religiosa bizantina del resto de la producción considerada profana, estableciendo una línea divisoria que podía parecer lógica por razones prácticas, ante la imposibilidad de tratar en una sola obra toda la producción escrita bizantina, pero que a la larga estableció una dicotomía perniciosa en el análisis de la producción literaria bizantina, al establecer una línea divisoria entre escritos religiosos y profanos que se revela hoy inoperante. Esta línea es heredera de la tradición de la Filología Clásica, que siempre relegó a los autores cristianos y se negó a incluirlos en el canon académico salvo en la medida en que sus obras trataran de temas profanos y partieran de presupuestos estéticos clásicos, un criterio que sigue hoy por ejemplo la colección Gredos, que admite a un historiador como Agatías (siglo VI), por considerarlo profano, pero no a otros como Eusebio de Cesarea (siglo IV) o Sócrates de Constantinopla (siglo V) por ser historiadores de la Iglesia. En realidad la distinción entre profano y religioso obliga incluso a veces a dividir la obra de un autor en dos bloques o incluso en valorar cuál de los dos elementos predomina más en un texto determinado para juzgar su inclusión en uno u otro apartado. Así, por ejemplo, del mismo modo que a ningún filólogo clásico se le habría ocurrido dividir la poesía hexamétrica en profana (¿la Odisea?) o religiosa (¿los himnos homéricos?) en función de su contenido, resulta absurdo analizar desde este criterio la poesía bizantina, lo que supondría por ejemplo romper la unidad de la Antología Palatina o no apreciar el tratamiento personal que muchos líricos bizantinos dan a la religión, convirtiéndola en un hecho cotidiano (por ejemplo Juan Mauropo o Cristóbal de Mitilene) y que nada tiene que ver con la poesía litúrgica. Una revisión de la poesía bizantina está teniendo lugar en estos momentos que parte de presupuestos más integradores y menos tradicionales. El libro de referencia es sin duda el de Marc D. Lauxtermann, Byzantine Poetry from Pisides to Geometres, Viena 2003 (Wiener byzantinische Studien 24.1).
De todas formas, una vez hechas estas salvedades, hay que decir que el libro de Beck sigue siendo todavía hoy el manual de referencia para obtener datos sobre autores y textos de contenido primordialmente religioso en Bizancio. Lo que aquí indicamos se refiere únicamente a la incapacidad de derivar de la lectura del manual de Beck una percepción dinámica e innovadora de la literatura bizantina. Esto se evidencia aún más con la publicación del segundo volumen publicado por Beck en el Handbuch der Altertumswissenschaft (esta vez XII.1.3) su Geschichte der byzantinischen Volksliteratur, editada en Múnich 1971. Se trata en esta ocasión de un volumen mucho más reducido en el que se pasa revista a la producción escrita en lengua vulgar a lo largo del milenio bizantino y, fundamentalmente, a partir del siglo XII. Nuevamente, la influencia determinante de los presupuestos de la Filología Clásica, determinaba la selección, en la medida en que las obras escritas en griego vulgar se apartaban de la lengua clásica y de la tradición antigua y no podían figurar al mismo nivel que los textos clasicistas. En realidad esta elección suponía ignorar que los autores bizantinos juntaban en sus mismas obras registros lingüísticos muy diversos y que era la interacción entre ellos la que provocaba el goce estético de los lectores. Es más, muchas de las obras pioneras en el uso del griego vulgar, sobre todo en la época de los emperadores Comnenos (siglo XII) no usaban los registros bajos de forma absoluta, sino en combinación con registros muy cultos, reservando por ejemplo el vulgar para los diálogos y el culto para la narración, con el fin de conseguir un efecto paródico. La separación de los registros vulgares en un volumen aparte era no comprender el dinamismo y la complejidad de la literatura bizantina y crear en ella la percepción de un rígido clasicismo que no se corresponde con la realidad. 


Herbert Hunger

De esta forma, cuando años más tarde un grupo de estudiosos coordinados por el profesor Herbert Hunger de Viena publicó, también en el Handbuch der Altertumswissenschaft (XV.5.1-2) los dos volúmenes titulados Die hochsprachliche profane literatura der Byzantiner, Múnich 1977, no hizo sino ajustarse al esquema previo de los dos tomos de Beck excluyendo de su análisis de la literatura bizantina la literatura eminentemente religiosa o la escrita en lengua vulgar, creando así un concepto de “literatura profana clasicista” que no sólo era parcial y no daba cuenta del hecho literario bizantino, sino que sobre todo daba satisfacción a los filólogos clásicos que querían ver en los bizantinos sólo a aquellos autores que más se asemejaran a sus modelos antiguos. Pero de este énfasis en la μίμησις bizantina de los presupuestos clásicos (característico de Hunger y su escuela), se derivaba, paradójicamente, el desprestigio de toda la producción literaria bizantina: la imitación se consideraba inferior a la copia. Esta percepción se incrementaba todavía más porque los dos volúmenes de Hunger analizaban la literatura no por periodos históricos, sino por los géneros literarios tal como se habían establecido en la Antigüedad. El resultado era una imagen de inmovilismo de la producción literaria bizantina, preservadora férrea de los viejos modelos y con escasas aportaciones estéticas. Justo lo contrario de la realidad, de la mezcla constante de niveles y registros, de la experimentación y de la ruptura incluso que caracteriza a buena parte de los grandes escritores bizantinos, cuya obra aparecía dispersa en los volúmenes de Beck y Hunger entre diferentes apartados.
Esta crítica de concepción no puede, sin embargo, ignorar que el volumen de Hunger marcó un antes y un después en la historia de la Bizantinística al igual que lo había hecho el de Krumbacher: desde Hunger el nivel de información disponible sobre la producción escrita bizantina fue considerable y el investigador pisaba ya un terreno claramente sólido. La escuela de Viena promovió decenas de estudios sobre el hecho literario bizantino y se convirtió en referente mundial.


Alexander Kazhdan

Pero las nuevas perspectivas que estamos señalando (que consideraban que la literatura bizantina, aunque heredera de la clásica, tenía que ser juzgada en sus propios términos y que, del mismo que la literatura helenística o imperial, tenía que liberarse del peso de los autores clásicos), llevaron al gran bizantinista ruso Alexander Kazhdan a partir de su establecimiento en Estados Unidos, a proponer una nueva historia de la literatura bizantina que lo fuera por periodos históricos y en la que se valoraran por igual todos las obras literarias, por encima de su deuda o no con respecto a los modelos clásicos. Desgraciadamente, Kazhdan no pudo culminar su propósito y el primer volumen apareció ya póstumo: A. Kazhdan - Chr. Angelide - L.F. Sherry,A History of Byzantine Literature 650-850, Atenas 1999. El segundo volumen apareció años después, basado en los trabajos previos del autor. A. Kazhdan - Chr. Angelide, A History of Byzantine Literature 850-1000, Atenas 2006. No se sabe cuál será la continuidad del proyecto, que parte de presupuestos innovadores, pero que presenta también a su vez una serie limitación. Excluye del estudio las obras que no se consideran literarias, sino eruditas, partiendo de una concepción moderna de la literatura que no es necesariamente la bizantina. Como resultado, obras tratadas en el manual de Hunger (por ejemplo del enciclopedismo macedonio), desaparecen del manual de Kazhdan. Pese a todo, este proyecto da prioridad al estudio literario de los textos en función de su época y es un primer paso para la escritura de una verdadera historia de la literatura bizantina que aún está por escribir.